Entreculturas ONG Jesuita para la educación y el desarrollo
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Que la menstruación no sea un obstáculo para la educación

Que la menstruación no sea un obstáculo para la educación

Miles de niñas en el mundo dejan de asistir a la escuela los días que tienen la menstruación.

“Una de mis vecinas no ha ido a la escuela y su madre tampoco. Cuando le llegó la regla estuvo encerrada en el baño más de dos horas pensando que no iba a salir hasta que no se le pasara. Vino corriendo a buscarme diciéndome que tenía sangre y no sabía si su intestino se había rajado. Yo le respondí que tenía la regla y que tenía que hablar con su madre. Ella me respondió que si se lo decía su madre iba a pegarle. En Chad es aún un tema demasiado tabú…”, son palabras de Issa, una de las niñas participantes de La LUZ de las NIÑAS en Mongo, Chad. 

Esta discriminación hacia las niñas tiene origen en el estigma social que rodea a la menstruación. A menudo, no tienen acceso a productos de higiene personal, a instalaciones sanitarias adecuadas, así como a una educación sexual que les dé la información y el acompañamiento que necesitan. El aislamiento social y el abandono escolar durante la menstruación aumenta el riesgo de que las niñas sean víctimas de violencias, como matrimonios o embarazos forzados.

Desde La LUZ de las NIÑAS reivindicamos que la salud e higiene menstrual es un derecho humano de todas las niñas y adolescentes del mundo. Por eso, trabajamos en lugares como Mongo sensibilizando a la comunidad, a través de la educación, para cambiar estas actitudes y creencias que generan violencia contra las niñas. En concreto, una de estas estrategias consiste en generar espacios de participación para las niñas a través de los llamados “clubs de niñas”, donde las niñas se reúnen, normalmente debajo de un árbol, y comparten y reflexionan sobre temas que les preocupan, como la menstruación. En estos espacios, a veces, también participan otros miembros de la comunidad para concienciar sobre la importancia de la educación de las niñas y pensar conjuntamente estrategias para promover sus derechos.

Estamos presentes  en países como Chad, Uganda o Sudán del Sur, apoyando a las niñas en la gestión de su menstruación y promoviendo escuelas seguras, en las que puedan sentirse libres y donde su menstruación no sea un obstáculo más para continuar con su educación.

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