Promotoras de la igualdad en Guatemala: las Niñas Colibríes

En Guatemala, las niñas se enfrentan a múltiples barreras para ejercer sus derechos, siendo discriminadas por muchos factores: por ser mujeres, por ser indígenas, por estar en situación de pobreza o vivir en el área rural, entre otros. El índice de escolarización de las niñas en Guatemala se encuentra significativamente por debajo del de los niños, debido a las numerosas limitaciones que tienen para estudiar, y a que muchas familias y comunidades consideran que lo que les corresponde es asumir trabajos domésticos y de cuidado de sus hermanos pequeños. 

Asimismo, las diferentes formas de violencia también limitan su desarrollo integral y su continuidad educativa y, a medida que crecen, también se exponen a otros peligros como los embarazos prematuros, muy relacionados con las altas tasas de violencia sexual. Esta violencia ha aumentado significativamente durante este periodo de aislamiento causado por el covid-19, ya que en muchas ocasiones las escuelas representan el único espacio de protección para las niñas. 

La Luz de las Niñas en Guatemala, contribuye a la promoción de una nueva generación de niñas con mejores oportunidades para el ejercicio de sus derechos, en busca de una sociedad más justa, equitativa, pacífica y solidaria. Para ello, hemos habilitado espacios para la promoción lúdica y cultural de niñas y adolescentes, su acompañamiento psicosocial, y la capacitación de padres y madres en materia de protección a la niñez y donde se realizan talleres de expresión artística (danza, pintura, teatro, música), que favorecen el esparcimiento y la cohesión entre las niñas de las diferentes escuelas que participan en el programa.

Las “Niñas colibríes”

Actualmente, desde la Campaña La Luz de las Niñas, la principal estrategia para lograr un impacto positivo en las comunidades está siendo la creación de un grupo de promotoras de igualdad.  Las promotoras son niñas, adolescentes y mujeres miembros de las comunidades participantes en la campaña, cuyas historias de vida representan un proceso de superación, voz propia e identidad, que hayan impulsado acciones a nivel local y que puedan ser referencia para futuras generaciones.

Las llamadas “Niñas Colibríes”, son un grupo de jóvenes entre 13 y 20 años, de origen maya quiché y tienen en común el logro de haber hecho posible su reinserción escolar, a pesar de tener que enfrentar serias dificultades económicas, familiares, sociales y culturales que en algún momento las obligaron a abandonar sus estudios. La idea es constituir un grupo de jóvenes empoderadas, conscientes de sus derechos y sus potencialidades, que inspiren a otras jóvenes a superar sus limitaciones y que acompañen y apoyen las actividades de la campaña dirigidas a concienciar a la comunidad sobre la importancia de la educación y los derechos de las niñas. 

Desde Fe y Alegría Guatemala y  Luz de las Niñas, apoyamos la continuidad educativa de las referentes acompañando su proceso de mejora de autoestima, formación específica adicional y proporcionándoles becas escolares que les permitan poder continuar con sus estudios. Ante la situación de crisis actual, las actividades se han visto ralentizadas, pero desde Luz de las Niñas hemos seguido apoyándolas a través de la entrega de material didáctico, libros y tablets para que puedan continuar estando implicadas y conectadas. 

“La situación durante el covid no está siendo fácil, pero mediante este acompañamiento a las Niñas Colibríes, no solo estamos ayudándolas con sus estudios, sino que es una herramienta para poder conectarse con otras chicas. Durante la educación a distancia las niñas siguen teniendo cargas domésticas, por eso este tipo de espacios son importantes, donde pueden encontrarse y compartir experiencias”, explica Sofía Gutiérrez, Responsable de Comunicación y Acción Pública de Fe y Alegría Guatemala.

Josefina Tiu Pu tiene 15 años y es una de estas niñas colibríes. Sueña con poder tener un buen trabajo para ayudar a su familia y, sobre todo, para que su madre pueda dejar de trabajar. “ Me gustaría que tengamos una vida llena de paz y amor. También quiero ver a las chicas de mi comunidad con una profesión, que puedan decidir y tener un buen trabajo, para que puedan sacar adelante a sus familias. No quiero que siga habiendo tanta desigualdad y pobreza”.