Entreculturas ONG Jesuita para la educación y el desarrollo
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Entrevista a Issa, alumna de Fe y Alegría Chad

Entrevista a Issa, alumna de Fe y Alegría Chad

Issa tiene 18 años y es alumna de secundaria del College Communautaire de Mongo, en Chad. Es una de las participantes del programa La LUZ de las NIÑAS en Mongo, donde trabajamos junto a Fe y Alegría y presidenta de la Red Generación 21+ en el país. 

¿Cuál es la situación de las niñas en Chad?

Hay muchos matrimonios forzosos, hay demasiado menosprecio hacia las niñas, se las menosprecia, se les dice que su lugar está en la cocina o en el hogar. En la ciudad, la situación es un poco mejor, pero en los pueblos no está nada bien. Por ejemplo, en primero puede haber 15 niñas y que solo 2 lleguen a sexto. Llegan a cuarto o a quinto y no las volvemos a ver, así que es un poco complicado. El matrimonio forzoso causa muchos estragos. Ahora trabajamos en la sensibilización. Siempre hay niñas que abandonan y también están las que ya están casadas y van a clase embarazadas. Es un poco complicado, pero gracias a la sensibilización la situación ha mejorado mucho.

Como comentas, actualmente, Chad tiene una de las tasas de matrimonio infantil más elevadas. ¿Cómo percibes la situación de las niñas con respecto a este problema? ¿Conoces a niñas de tu entorno que hayan sufrido este tipo de violencia u otras violencias por ser niñas?

Sí, tengo muchas amigas a las que han forzado a casarse. Al llegar a sexto, dejamos de verlas. A algunos padres les basta con que el hombre dé suficiente dinero. Si ha pagado, da igual que sea viejo. Quieras o no, tienes que casarte. Tengo una amiga que no quería irse con su marido, pero aún así siempre se va con él. A pesar de ello, sus padres dicen que tiene que quedarse con su marido. Cuando viene y me lo cuenta, luego no consigo dormir. Me siento muy mal porque quiero intervenir, pero me dirán “eres pequeña, no sabes nada de la vida”. Hice todo lo que pude por hablar con su madre. Su madre está de acuerdo conmigo, pero con el padre es demasiado complicado. Si hablo con él, corro el riesgo de que me golpee. Por eso, hablo con la madre, ella lo entiende. A menudo, cuando hablamos no para de llorar, también se siente mal. Antes, su hija siempre era la primera de su clase y cuando llegó a sexto la casaron. Se va a Yamena, se va a Camerún porque su marido trabaja en países extranjeros, así que es un poco difícil para ella. No encuentra tiempo para su desarrollo personal. Se casó cuando tenía 14 años y se quedó embarazada cuando tenía 15 años. El parto fue muy difícil para ella. Me siento muy mal porque algunas niñas son muy inteligentes, pero las casan muy pronto.

En tu opinión, ¿cuáles son, además del matrimonio forzoso, las dificultades a las que se enfrentan las niñas en Chad y, en concreto, en Mongo?

En Chad, las niñas que viven en pueblos se enfrentan a muchas dificultades. Las que vivimos en ciudades tenemos padres que han estudiado, así que al menos entienden la importancia de la educación. Sin embargo, las niñas de los pueblos lo tienen un poco difícil. Quieren ir a la escuela, pero sus padres no lo entienden. Para ellos, lo único que importa es que se casen y tengan hijos. Las niñas lo tienen muy complicado porque se dice que la mujer no tiene voz frente al hombre, así que no habla. Si habla, se considera que dice tonterías, así que la mujer no tiene palabra.

¿Cómo crees que se vive la menstruación por parte de las niñas en Chad?

En mi caso, cuando tenía todavía 12 años me vino la regla. Y fue muy complicado. Me desperté por la mañana. No entendía nada, fue una locura para mí.Grité cuando lo vi y después al encontrarme con una tía mía me lo explicó. 

Una de mis vecinas, por ejemplo, no ha ido a la escuela,y su madre tampoco. Cuando le llegó la regla estuvo encerrada en el baño más de dos horas pensando que no iba a salir hasta que no se le pasara. Vino corriendo a buscarme diciéndome que tenía sangre y no sabía si su intestino se había rajado.  Yo le respondí que tenía la regla y que tenía que hablar con su madre. Ella me respondió que si se lo decía su madre iba a pegarle. Es como si fuera un tema demasiado tabú para ellas. Yo pienso que para hacer que las niñas lo comprendan, las madres deberían  poder hablar abiertamente con sus hijas antes de la pubertad. En Chad es aún un tema demasiado tabú. 

¿Conoces La LUZ de las Niñas? ¿Puedes explicarnos en qué consiste en Mongo y cómo ha contribuido a cambiar la situación de las niñas?

En nuestra escuela tenemos el fin de semana de las niñas, cuando luchamos contra el abandono escolar de las niñas. Vamos a los pueblos, concienciamos a la gente. Este año, por ejemplo, tenemos muchas más niñas que niños de los pueblos que van a clase, es gracias a nuestra concienciación. Por ejemplo, concienciamos a los padres, a las niñas. Nos armamos de valor, se lo explicamos, los concienciamos. Desde el principio del curso hasta el final vemos bastantes niñas que van a la escuela.

¿Por qué crees que es importante apoyar proyectos como este?

Es muy importante porque actualmente hay muchas mujeres, más que hombres. Si nos quedamos todas en casa sin ir a la escuela, ¿cómo podemos contribuir al desarrollo de nuestro país? ¿O cómo podemos desarrollar nuestra mentalidad? Incluso sin trabajar, yendo a clase, creo que podemos hacer algo en la vida, algo muy valioso.  Si no has ido a la escuela, no puedes hacerlo, así que creo que es muy importante.

¿Cuál es tu sueño? ¿Qué quieres hacer cuando seas mayor?

Cuando sea mayor, si me va bien en la vida, quiero abrir un orfanato para ayudar a los niños y las niñas huérfanos y llevarlos a la escuela para que sepan lo importante que es la educación para sus vidas.

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